THE NETWORK: "Money, money 2020" 2003

Escuché "Transistors gone wild" en un vídeo de la marca de skateboards, REAL mientras Denis Busenitz se planchaba un bonito bs.nollie hellflip en un bonito indoor fabricado "ad hoc" por la marca.
El sonido fresco, muy new age, con sintes electrizantes y melodías vocales de las que no te puedes quitar de la cabeza en una semana herencia directa de los techno-punks DEVO, hará que ames este disco y que te postres en espera de ser abducido por seres de otro planeta a ritmo de verdaderos himnos como "Joe Robot", "Money money 2020", "Spike" y todos los demás, porque lo que estás escuchando es un disco perfecto, con canciones genialmente trazadas desde la robótica friki-roquera de estos misteriosos músicos, digo lo de"misteriosos" ya que a pesar de que todas sus apariciones en público han sido hechas con el rostro cubierto por máscaras, todo el mundo sabe que debajo de tanto "misterio" no se esconden otros que los multimillonarios GREEN DAY en otro de sus proyectos en solitario como ya hicieran en su momento con FOXBORO HOT TUBES.
Para alguien con tantos prejuicios contra las estrellas del "mainstream" como soy yo, esto no fue inconveniente para disfrutar una y otra vez de este discazo. Y como premio a mi coherencia; "Teenagers from Mars" como electrizante versión de mis adorados MISFITS....y no hay más que hablar.

BON IVER: "S/T" 2011

La verdad, es que uno de los discos que mas he esperado en los últimos años ha sido el segundo larga duración de BON IVER.
Trás aquella colección impresionante de canciones grabadas en formato acústico para su debut, "For Emma, forever ago" de 2007, el listón se situaba por las nubes para JUSTIN VERNON y compañía. ¿Sería capaz el barbudo de Wisconsin de repetir irepetibles como: "Flume", "Skinny love" ó "For Emma"?, sinceramente, soy de los que dudan que hay rescoldo de vida tras una obra maestra pero las canciones hablan, crecen y se quedan contigo; solo tienes que darlas una oportunidad, solo tienes que escucharlas.
Vía descarga directa, conseguí el segundo disco de BON IVER, que sin título y con una portada que parece sacada de un disco de villancicos, se introducía en el reproductor de mi Fiat Punto una mañana de Junio. Primera impresión: "Pero que diablos es esto!!...es malísimo!!...no tiene nada que ver con el primero!!"Ahí estaba el joven Jota, anticipándose al destino una vez más para acabar recogiendo sus propios dientes del suelo...como casi siempre.
Segunda impresión: "No tiene grandes éxitos como el primero, pero el sonido mola!".En efecto, de la guitarra acústica monda y lironda que grabó su opera prima en aquella cabaña en Wisconsin, poco quedaba para la secuela. Los demás instrumentos van apareciendo a lo largo de la obra sin agolparse, esperando su turno, sabiendo que esto no es una carrera sino todo lo contrario, que hay que tener paciencia, que hay que saber esperar.
Tercera impresión: "Tengo ganas de llorar!...pero que conste que no me gusta eh!!". En efecto; la melancolía, los paisajes nevados, las aurículas y los ventrículos palpitantes, la alegre tristeza de un disco de emociones, de sentimientos, de sentir....y si nó, dejaos llevar por el turbulento comienzo a cargo de "Perth", dejaos seducir por la calidez de "Holocene", dejaos cautivar por el optimismo "casi eléctrico" de "Towers" y si os apetece, también dejaos descojonar por los teclados hortero-ochentero de "Beth/rest", pero sobre todo, escuchadlo una vez más porque cada vez que lo escucháis estáis escuchando vuestro prémio a 4 largos años de espera.

www.myspace.com/boniver